El poder de la moda. ¿Qué comunicamos a través de ella?

Las primeras impresiones cuentan. Una vestimenta acertada puede cambiar el inicio y el transcurso de las relaciones con los demás.

Las primeras impresiones son más importantes de lo que pensamos. A la hora de establecer conversación por primera vez con alguien, nos fijamos más en qué lleva puesto que en lo que nos dice. Una correcta vestimenta y una postura corporal que denote seguridad, puede marcar un antes y un después en cualquier tipo de conversación o discurso público. 

La vestimenta se considera un aspecto de la comunicación no verbal y tiene un fuerte significado social. Nuestros accesorios, así como joyas, corbatas, bolsos, sombreros o gafas, también tienen un gran significado. Según Frédéric Godart, la moda “es un hecho social total que es simultáneamente artístico, económico, político, sociológico y afecta a la expresión de la identidad social”. 

Y es que, no solo se dedican al marketing de moda las grandes empresas del sector, todos nosotros llevamos a cabo nuestro propio marketing de moda personal cuando decidimos qué look vamos a llevar cada día.

La ropa transmite pistas no verbales sobre la personalidad, la cultura, el estado de ánimo, el nivel de confianza, los intereses, la edad, la autoridad e incluso los valores de aquel que habla. 

Los códigos de vestimenta se basan en los mensajes que envían según qué atuendos. Las prendas deben elegirse de acuerdo al tipo de audiencia a la que nos dirigimos, el evento y nuestro propósito. 

Al igual que la vestimenta, la postura también es un medio de comunicación. Los movimientos corporales transmiten información sobre nuestra personalidad. Existen dos tipos de postura: una más abierta y autoritaria y otra más bien cerrada que tiende a denotar incomodidad o nerviosismo, en función de la que se adopte, el mensaje que se enviará será distinto. 

A través de la ropa las personas buscamos nuestra identidad y diferenciación respecto a los demás. Hoy en día los jóvenes tienen muy en cuenta sus looks con los cuales definen su identidad personal y la pertenencia a un grupo social determinado. 

Hay quienes consideran que la ropa supone un status social y que llevar prendas de firmas importantes es sinónimo de vestir bien. Otros, sin embargo, consideran que no es necesario pagar más por una prenda determinada solo por ser de una marca en concreto, puesto que la calidad no varía respecto a la de una firma low cost. 

A lo largo de la historia, las personas han buscado referentes a la hora de vestir. Los conocidos icónos de la moda son aquellos personajes públicos cuya imagen personal y estilo es imitado por un gran número de personas. En la mayoría de casos, se trata de personas vinculadas al mundo del espectáculo y de la alta sociedad.

Algunos de los íconos de la moda más conocidos a nivel mundial son Marilyn Monroe, Madonna, Cher y Diana de Gales. Mujeres que a través de sus looks supieron transmitir su personalidad y sus  valores al resto de la sociedad, en definitiva hacer de la moda una herramienta de comunicación de masas. 

Las conocidas “influencers” son las actuales íconos de la moda. Entre otras herramientas,  utilizan sus estilismos y la moda para comunicar y darse a conocer ante el mundo. Ellas son el claro ejemplo de la capacidad de comunicación no verbal e influencia que tienen las prendas. La comunicación de moda está en auge y cada vez más a nuestro abasto gracias a las redes sociales. 

La moda ha evolucionado a lo largo de los tiempos y se ha ido adaptando a las nuevas plataformas y medios de comunicación. Esta evolución muestra nuestro propio cambio como sociedad. 

A través de los diferentes atuendos que se han recuperado de épocas pasadas, los historiadores han podido definir con más precisión las características de cada periodo de la historia. Las prendas de antaño nos hablan de qué leyes han imperado en la sociedad a lo largo de la historia e incluso qué papel ha jugado la mujer en su paso por ella. No hay mejor estrategia de comunicación que la que llevamos a cabo con nosotros mismos. 

Hay que vestir con prendas que nos hagan sentir cómodas y empoderadas y, sobre todo,  saber que lo más importante no es vestir a la moda, sino vestir para la ocasión. 

Judit Pelegrín