La importancia del branding y de la marca
El “Branding” es un término derivado de la terminología vikinga. “Marcar” consistía en aplicar a fuego un símbolo en una res, de manera que se indicase que es de la propiedad de alguien. La etimología del término indica que la palabra “marca” es una evolución del antiguo escandinavo “brandr” que los vikingos podrían haber extendido a Inglaterra, donde se incorporó al lenguaje habitual como “Brand” (marca). En la actualidad el término “branding” es utilizado en las empresas para referirse a la creación de marca, a conseguir posicionar de la mejor manera posible una marca en el “top of mind” de los consumidores.
A continuación, ahondaremos en uno de los temas más candentes en la actualidad a nivel mundial: Donald Trump y el muro de México y en cómo (sin querer) el presidente de la nación más potente de la tierra ha conseguido ser el mejor embajador de marca que ha tenido México a lo largo de toda su historia.
A comienzos de año, Donald Trump afirmó en una entrevista para la ABC que su idea de construir un muro con México era buena para los EE.UU y también para México. Claro está que nunca antes en la historia moderna de este país latino alguien había hecho más por la marca México que el presidente Donald Trump.
A raíz de estas candentes declaraciones, México está en boca de todos, ya que se menciona el muro como detonante de las conversaciones y enlazados a éstas han surgido asuntos como la identidad, el orgullo, la cultura y la “marca de país”. Carlos Slim, empresario mexicano y sexto hombre más rico del mundo, declaró hace unos días que “esta unidad nacional es lo más sorprendente que he visto en mi vida”.
¿Por qué decimos que Trump es el mejor embajador de la marca México?
Gracias a Donald Trump, México ha logrado el objetivo de crear marca (branding) en la mente de los mexicanos y en la de los demás ciudadanos del planeta. En palabras de Javier Oliva, experto en seguridad y académico de la London School of Economics: “Una de las cosas que hay que agradecerle a Trump es que el mundo ahora sabe dónde está México”.
El presidente Trump tenía (y tiene) claro que para conquistar la atención del consumidor (en este caso, de los ciudadanos) se debe optar por la creatividad y la innovación, usando las experiencias como medio y la personalización como fin. Lo que quizás nadie pensó antes es que el tan sonado muro de México se transformaría posteriormente en un puente. La rabia inicial que generaron las decisiones de Donald Trump se convirtieron en orgullo y en sentido de pertenencia de los mexicanos. Ahora mismo se sienten en México unas vibraciones que antes estaban dormidas y que alguien ajeno ha despertado.
En conclusión, en el amplio mundo de las marcas, la lucha por la atención del cliente es en realidad una batalla por conquistar el tiempo de la gente, y este tiempo no es ni más ni menos que puro negocio.